“Everybody hurts, sometimes”
REM
Everybody hurts
"I'm so happy 'cause today I found my friends
They're in my head"
Nirvana
Lithium
Que alguien me diga que no es ciertoQue alguien en la nube en la que dormís, te diga que te extraño y que te quiero.
“Everybody hurts, sometimes”
REM
Everybody hurts
"I'm so happy 'cause today I found my friends
They're in my head"
Nirvana
Lithium
Que alguien me diga que no es ciertoQue alguien en la nube en la que dormís, te diga que te extraño y que te quiero.
El 11 de enero, si estuviese vivo, mi Viejo hubiese cumplido años. El 11 de enero en Montevideo, primogénito del matrimonio Ercolano-Aspesi; abría por primera vez los ojos verdes mas bellos del mundo. Puedo imaginarlo aunque yo no era por ese entonces ni un embrión.
El 11 de enero de 2001, mi abuelo se murió. No tengo que imaginarlo. A la mañana muy temprano nos llamo Elsa, la señora que lo cuidaba. Nos dijo a mi y a mi Vieja que le pidió rezar un “Dios te salve”, la tomo de la mano y se durmió para siempre.
Es cierto, mi abuelo parecía dormido, así como estaba en la cama donde lo vi cuando fui con los de la funeraria a buscarlo mientras mi vieja trataba sin éxito de comunicarse con su hermano. Creo que no tenia 20 años en ese entonces y no sabia lo que era el rigor mortis; por caso cuando mi abuelo abrió la boca y salto me desesperé. Luego, elegir el ataúd; la ropa; como si estuviese eligiendo medias porque si lo pensaba dos veces no lo hacia.
Me acuerdo de haber mirado el cielo y de maldecir a Dios, un dios en el que en ese entonces creía. El ultimo varón de esta pequeña familia ya no estaba. Yo, mi Vieja y el mundo.
En un momento trate de explicarme no tanto el por que, ya que superaba los 90 años pero si el cómo. Papi habrá querido festejar su cumple en el cielo con el? Algunas personas que estaban en el velatorio y me escucharon me miraron con cierta reprobación. Nunca entenderían que si yo veía cabalmente que ahí estaba el cuerpo inerte de mi abuelo, que iba a ser sepultado justo al lado de Papi y de mi Abuela; no hubiese soportado.
En ese entonces yo salía con un pibe de Córdoba, que en el mejor de los gestos, le pidió el auto al padre y vino a bancarme en esa parada.
Trate de dormir algo entre el 11 y el 12 pero tuve una imagen como de mi abuelo saludando y pegue un salto que hizo que casi infarte al Cordobés.
Después, claro; abrir el nicho y volver a ver el ataúd con papá (cuando murió mi abuela yo estaba de viaje).
Ahí me quebré, me salía que quería desamordazarlos y regresarlos.
Uno de sus mejores amigos, Giordano Bruno, canto para despedirlo unas estrofas de Zamba de mi Esperanza. Al día de hoy agradezco ese cierre.
Muerte, cumpleaños, aniversario. Todo el 11 de enero, como una linea de tiempo caprichosa y jungiana.
Se cerro el nicho. El Cordobés nos abrazó a mi y a mi Vieja y nos subimos al auto.
"Porque en el fondo, uno ama al mundo a partir de la certeza que este mundo, triste mundo convertido en campo de concentración, contiene otro mundo posible. O sea, que el horror está embarazado de maravilla".
Eduardo Galeano
Ya saben que adopto gatos negros
Ya saben que cuando la muerte te (me) ganó una cuando vos (yo) eras muy chica y apenas sabias que existía, te queda la necesidad de revancha
Hoy, 5 am, una de las gatitas, que se embarazó antes de que llegáramos a castrarla, empezó a tener a sus gatitos
A esa hora, de repente me vi con sangre
placenta
sabanas, y mil cosas que si me hubiesen dicho que debía hacer; lloraba y vomitaba.
Todo lo que me da asco.
Pero lo hice
y dormí apenas una hora mas, pensando en como aun en todo esto la vida se abre paso
y allí duerme ella con sus bebes a quienes traje al mundo
y ahí me acuerdo de que nacieron el mismo día que hace 55 años se moría el tío Pablo (tío de mi Vieja que nació como yo un 2 de junio y que se murió y o dejó morir porque se le fue la mano con un veneno para alimañas).
el yaciente
sacar el muerto
con lo único que se puede
con la vida
con esa maravilla.
hubiese dado lo que sea por un poco más de tiempo
hasta que vi que no quería un padresino a vosa mi Padre.
Los peores últimos días de este tiempo que se reinició el 11 de octubre y el mejor mensaje. Alguien de este lado del mundo. Alguien en el mundo. El susto, la rabia, la muerte, la suerte, la voluntad, las ganas. La vida misma.
“Un lírico que amó este mundo, su gente y su paisaje”. Memorias en el tiempo. Lázaro Flury.
Cada quien recuerda como puede. Miro la foto de tu gesto distante y adusto sobre tu escritorio que ahora es mío. Hace una hora vi la noticia sobre el núcleo de la tierra que al parecer no es tan estable ni preciso y recordé cuando quisiste ir de excursión…
El que no pudo no llorar cuando agarró la manija del cajón que llevaba a mi Viejo. Y que se bancó mi fiesta de 15 y mi graduación con traje y corbata con Alzheimer y con 35 grados a la sombra.
Feliz eternidad Viejo segundo. Y espero inmortalidad mediante; no volver a vernos…
"Si hacés que vuelva, vamos a volver a ser 5". Eso dije desesperada, mirando al cielo y con una foto de mi viejo dada vuelta entre súplica y amenaza cuando hace tres días, se perdió uno de mis gatos.
Junio es un mes bravo. Cumpleaños y Día del Padre, dos fechas en donde recordás aún más que al menos él no está de este lado del mundo. Para decirlo sin vueltas, que está muerto.
Sin embargo, hace unos diez días, algo cambió en ese patrón que parecía inamovible. Al lado de Ramsés Segundo, mi gato, apareció otro igual a él solo que más pequeño, parado en la terraza. Tenía hambre y frío. Con mi Vieja logramos bajarlo pese a la noche y el viento. Lo alimentamos y abrigamos, no tenía collar y una vecina nos dijo que lo adoptáramos porque había algunos gatitos que estaban por el barrio y no eran de nadie.
Eso hicimos. En una coordinación que pocas veces logramos mamá y yo, acondicionamos un cuarto para el nuevo minino al que coincidimos en bautizar Thor, llamamos a la veterinaria para que haga su ficha de salud y lo revise y finalmente le pusimos un collarcito para que se lo identifique como gatito con humanos responsables (me niego a decirme dueña de animales como si fuesen caramelos).
Pero el fin de semana, Thor quiso seguir a Ramsés y no volvió. No volvió por las 8 horas más largas que recuerde en este último tiempo. Entonces más allá de buscarlo y llamarlo y en la previa del Día del Padre, le pedí a mi Viejo que lo ayudara a volver a casa sano y salvo.
Y casi sin pensarlo dije al aire que si volvía, volveríamos a ser 5 en esta casa en la que crecí y en la que vivo otra vez desde que empezó la pandemia.
Es que en este lugar que ahora se hace gigante, viví mi infancia con mis abuelos maternos, que estaban al lado y prácticamente con nosotros. Con mi Vieja y con mi Viejo hasta ese día en que se murió y yo dejé a la infancia bien encerrada en algún lugar para poder sobrevivir. Éramos 5. Quedamos 2. Aunque sumando a mis ahora dos gatos y a RAM, que vive en una parte del patio convertido en planta de glicinas, el número volvía a ser ese del origen, al menos del mío.
Cuando Thor volvió, además de llorar ahora porque había aparecido, le dije a mi Vieja esto que escribo. Por alguna razón ella terminó preguntándome si yo sentía que había hecho mal en dejar que mi viejo me viera días antes de morir, si no me había quedado yo con una impresión que me estaba cagando la vida. Le dije que para nada, que gracias a eso pude verlo por última vez con sus enormes ojos verdes abiertos y mirándome.
Mi Vieja habló de cosas que cargó por años porque como bien me dijo "no estaba preparada para que tu papá se muera y menos cuando vos ni tenías 12 años".
Después de esa charla que tal vez nos debíamos hace tiempo, fuimos a la plantita de RAM a saludarlo como cada noche. Acostamos a Ramsés y a Thor, cada uno en su camita. Le dije que la amaba mucho y me dijo que ella también. Y pese a que esta casa ahora esté en venta y estemos en planes de mudanza, sentimos ambas que, otra vez, estemos donde estemos, volvemos a ser 5.
Me pregunté siempre desde mi visión psi cuánto de verdad hay en esa premisa freudiana que dice que toda muerte es un suicidio disfrazado.
Siempre me puse del lado de los que se van. Por qué. Por qué no piensan en sus hijos, amigos, gente que los quiere.
Hasta que vos Rodri, hace semana y algo, hiciste cuerpo esa foto con tu moto, los ojos al infinito y el deseo de que te de el viento en la cara.
Rodri, ni llegabas a llevarme diez años, eras mil veces más sano que yo, más ordenado y más metódico. Aunque eras Géminis, como siempre te decía.
Hace menos de un mes nos escribimos. Me agradeciste unas palabras sobre tu hermano que había muerto hace poco y yo agradecí una vez más tu amistad. Hablamos de la carpeta de proyectos que aún está en mi notebook, que se llama rodriyclarialcuadrado; si otro chiste astrológico más.
Y de repente me entero de que te dio un ACV. Y de que tu estado es crítico. Y me desespero, prendo velas, lloro, armo cadenas de oración porque mi ateísmo se diluye a veces. Y le escribo a esa mujer gigante que tenés por esposa y le digo que cuente conmigo. Y ella con una dulzura impensada en ese vértigo me agradece y me habla.
Lloro.
Al día siguiente un colega me textea: “Lamentablemente falleció”.
Lloré.
Le pedí perdón a mi gato porque se asusta cuando lloro.
Me fui a la terraza a hablarle al cielo. A hablarte.
Y por primera vez pensé en qué es lo que nosotros no hacemos para que personas como vos no se banquen un poco más de este lado. Que está fatal pero del que, al menos tenemos certeza.
Bajé de la terraza y me puse a buckupear todos los videos que le hiciste a tus hijos.
Miré mi teléfono y vi que en esa hora inenarrable donde te estabas yendo -quiero creer a una nube que te deje cruzártelo al Diego-
yo estaba sacando fotos y había un arcoíris.
Me dio algo de paz ese último café que tomamos antes de la pandemia. Poder decirte "gracias amigo" por tantas cosas.
Y me la sacó pensar qué carajo te estaba haciendo doler tanto.
Pensé en tu trabajo y en tu vocación y en que ese profesionalismo del que hablamos horas, parece demasiadas veces jugar en contra.
Lloro otra vez.
Pero me digo que por tu memoria, tengo que aguantar.
Por algo esta semana me animé a decirle a una amiga que no estaba tan bien como con éxito aparentaba.
Vuelvo a mirar nuestros últimos chats.
Me parece mentira oírte aun.
Me enorgullece que cada persona con la que hablo me dice las mismas palabras de vos: “Un buen tipo”. ¡Como si necesitase confirmarlo!
Y ahora lloro de verdad. Porque recién cuando pongo en palabras este tormento de estados, la realidad se desanuda un poco y me permito mermar el dolor.
Y vuelvo a entender una vez más porque la dra Mir me decía que “escribir salva”. Y lloro también porque no estás.
O si. Estás.
Están
Espero que en algún lugar donde todo lo que les jodía de este mondo cane ya no exista. Y en donde no haya gusanos ni moscas. Solamente caminos de nubes inacabables para que vayan de una a otra, a decir de Onetti, “combatiendo la idea de que ni los pasados pueden conservarse inmutables”, entreteniendo por siempre su inquieta y persistente eternidad.
¿Viste cuando lloras pero lloras por todo?
¿Cuando lloras porque te pasa esa sensación tan extraña e inusual de algo atragantándose en tu garganta y explotándote por las pupilas?
¿Cuando lloras por algo que ni siquiera tiene que ver con ese prodigio que logra mojarte los ojos tan bien blindados?
Eso me pasó hoy.
Cuando Julio, el amigo de mi viejo, me dijo que se sentía en falta conmigo por no haber hecho algo antes (no importa el tema que venía a cuento).
“Tendría que haber llamado ayer o antes de ayer pero el calor me tiene mal, me siento en falta con vos”.
Eso me dijo Julio.
Y a los dos minutos corté con una salida graciosa porque no, no aguantaba más las lágrimas.
No es tristeza,
o si, pero es de antes.
Es emocionarme por saberme querida por alguien que te quiere, papá
Y a quien vos quisiste.
Es sentir que aún aunque no lo note, desde alguna nube,
compensas en algo el haberme dejado tan sola, tan chica, tan niña.
En este mundo donde tu falta se hace aún más grande.
Donde hace un mes, un mar y alguien mas me hicieron reír por más que sobre alcohol y falten tangos
O las dos cosas
O no sé.
Hasta que vos me lo aclares.
“Las manos de mi padre protegiéndome del mundo entero”.
El Viaje. Agarrate Catalina.
SonreíasSiempre lo hicisteNunca ni siquiera la última vez, te vi bajar la guardia al menos frente a mi.
Supongo que hablar (escribir) de la muerte que tanto se empecina en recordarnos su existencia es mi única forma de conjurarla. Había apenas aceptado en mi cabeza que ya hacía un año de la muerte de la doctora Mir. Y de ahí en adelante la sucesión es tétrica, me vuelve una observadora que siente que nada puede hacer o hace poco.
Se murió Sol y desde ese día no pude volver acá a escribir nada sencillamente porque no me salía. Pero después de Sol se murió la madre de una amiga y el padre de otra. Y en ese ínterin fatal me pasó algo que no pensé jamás sentir siquiera.
"Es la primera vez en que me hubiese gustado escribir para la mierda", le dije a mi amiga San por teléfono y le mandé la captura de un chat donde una vecina contestó a mi saludo al enterarme de la muerte de su papá diciéndome que "recibí ese llamado, a la madrugada, ese llamado que nunca querríamos oír. Sonó el teléfono y eso que escribiste fue lo que me vino a la mente".
En todo eso, recalibré unas líneas que hacía mucho había empezado y que logré cerrar a modo de ofrenda para mis amigas, recientemente incorporadas a eso que llaman orfandad.
"Las mantenidas sin padre"
*Para Lis y Negrita y para todas nosotras.
Hace tiempo ya, parafraseando ese tema y cambiando la palabra sueño por padre; empecé a escribir sobre nosotras. Ese raro ejemplar de hijas únicas de madres viudas en una sociedad que insiste con imponernos el formato Campanelli.
Estamos solas. Porque indefectiblemente somos en un momento madres de nuestra madre. Porque ya nos tocó parir la muerte de nuestro padre. Porque tenemos ya el espinazo roto desde el golpazo de la orfandad desde hace un tiempo.
Pero también sabemos que en ese golpe, en esa cicatriz, en ese agujero; está la puta fuerza que nos sostendrá por siempre. Porque si y porque no nos queda otra más que ser fuertes y poder con todo.
Porque somos varias y de a poco nos cruzamos y nos vamos ayudando a mantenernos sin padre ni madre y a veces hasta sin sueños pero con una fiereza que hasta hace pasar de largo a la mismísima muerte.
"Supongo que habrá una ciudad entera y me sirve de consuelo si me esperas allá".
Los Chicos. Calamaro.
Habíamos hablado hace dos meses como mucho. Siempre te decía que eras lo mejor que me había pasado en lo que fue mi cierre de etapa como periodista. Verano del 2015. Yo presentaba un libro en un congreso y vos eras una alumna entre otras que escuchaba. Cuando terminé te acercaste con un grupo y me mostraste un papel con nombres de autores que yo había mencionado para que te diera referencias.
La charla fue más o menos así: -¿Quienes son Polosecki y Kapuscinski?
-¿En qué año de la carrera estás?
-Casi en tercero.
-Si todavía no te hablaron de ellos te están robando la plata. Cambiate de facultad.
Eso te dije y te pasé mi teléfono. Cuando me escribas decime “soy Sol, la de Géminis, de la UP”. Y eso hiciste. Me alegró verte tan chiquita y con tantas ganas, con esa voracidad que se necesita para los oficios que amamos y que es cada vez más infrecuente.
Desde ese encuentro, siempre seguimos hablando. Te cambiaste de facultad y se notó porque tu enfoque de la realidad giró exponencialmente. Recuerdo cuando me preguntaste si tomar o no una pasantía en Egipto. Te dije que sí. Pero me daba terror que te pasara algo en épocas de (más) convulsión armada en el mundo árabe.
Volviste sana y salva y te metiste en dónde fuera. Acumulá horas de experiencia, te decía yo y vos me cargabas diciéndome que no era que me estaba poniendo grande sino que había vivido mucho en poco tiempo.
Nos reíamos de nuestros nombres. Clarisa y Sol parecen un pre designio de tener que encontrar cosas y sacarlas a la luz. Hablamos de eso cuando mandaste al frente a un político del lugar donde vivías y yo te dije: "Nena, por favor cuidate".
Amabas escribir. Íbamos a hacer un taller en unos meses. Tu historia fue contar historias. Fue. Porque ayer tus pulmones colapsaron en una clínica de Buenos Aires.
Te habías recuperado del Covid pero los resabios te jugaron la peor pasada y te reingresaron con neumonía bilateral. Eso me dijeron algunas de tus compañeras cuando leía aún sin creerla, la noticia donde tu muerte era; justamente la noticia.
Un grito sordo me salió desde el centro del cuerpo y se me atragantaron las lágrimas en ese lugar donde duele lo que de verdad duele. Estuve casi una hora petrificada esperando que algo o alguien me diga "Sol está viva". Pero no.
Los pésames y el recuerdo de lo enorme que fuiste con apenas 24 años se acumulaban en las redes. Desde la facultad hasta las corresponsalías y medios en los que escribiste. Me salió una sonrisa cuando desde una agencia internacional te despedían como una cronista que buscaba las historias y no ser "el tema de tapa".
Escribo esto mientras pienso que en unos días iba a mandarte un mensaje diciéndote feliz cumpleaños, felices 25. Escucho lo que jamás imaginé serían tus últimos audios. Algo de vos está en esas palabras. Algo de tu aire, ese que te esquivó ayer cuando la línea del aparato que te mide los signos vitales fue irreversiblemente plana, sigue ahí para siempre. Algo de vos sigue en tus notas que guardé una por una en una carpeta por si acaso la inestabilidad de la web. Cantar es disparar contra el olvido, aseguran. Escribir es mi forma de cantar y recordarte.
Ya no voy a poder tomarme un cafecito con vos como habíamos planeado. Pienso que cuando pase esto y pueda viajar voy a ver tu foto en un mármol en algún cementerio del conurbano. Y voy a decirte lo más cerca que pueda, "Chau Solcito".
Si hay un lugar donde van los que se van, que sea lindo. Que te deje seguir, como siempre, brillando. Si te lo cruzas a Polo en alguna nube, sentate con él, ahí que ya no hay tiempo. Ahí donde la eternidad es tu nueva y gran próxima historia.
Fue un día como hoy, solo que tenía 11 años. El ring del teléfono, aún de Entel. Ver el reloj. 3.33 am
Mami llorando en el baño diciendo solamente como letanía “Se murió”
Yo entendiendo que ahí se terminaba mi infancia
Que como dice la murga: “Una lucidez con vida de mariposa de dos segundos, desesperada y heroica, consigue traer de nuevo a sus padres juntar nombres con rostros y revivir un domingo hecho del tiempo en el que su amor está siempre vivo en el que siempre hay risa en el que siempre hay baile y donde siempre es feliz como era”.
Yo entendiendo ahora, que sos un tano colgado y que a veces tengo que gritarte pero que estás
Que seguís estando como hace unos días cuando me animé de nuevo a nadar. Nadar Sola
Que me duraste poco, si
Pero que sos y serás el mejor papá del mundo
El que eligió tenerme por más que “ya era grande”
El que me enseñó de dignidad, valor y fuerza y de no dejar ganar a ningún hdp
Ojalá siempre sea
Digna de ser una Ercolano
Una mezcla de humanidad con dioses que resiste hasta los volcanes
Te amo
Te llevo en mi con esa entereza que me costó pero que logré.
Tesoro de mi alma. Sangre de mi sangre.
De un tiempo a esta parte me vengo planteando el abrir este espacio a otros que como yo creen que escribir, salva. Hace casi un año, un querido amigo perdía a uno de los suyos. Como ambos tenemos horarios noctámbulos y como lo quiero muchísimo, me quedé a la distancia aguantando un poco su dolor, poniendo la oreja. Así me compartió este texto que en 2011 su amigo había escrito, como necesidad, premonición o trascendencia; quien sabe y que le dije de subir a este blog. Tarde pero a tiempo, "Hijos míos", el texto que Alejandro Roger dejó como manifiesto y porque no como una suerte de enseñanza.
Hijos míos: Hay un tiempo para nacer, un tiempo para crecer, un tiempo para morir. Por eso, lo más valioso es lo que grabamos en el alma, a través de los mejores pensamientos, sentimientos y acciones.
Quien sabe que su cuerpo es el tiempo, comprende la vida y sabe que cuando termina el cuerpo, termina el tiempo y tal vez comprenda y haya aprendido que lo que viaja dentro del cuerpo y con él, es infinito y eterno.
Quiero ajustar mi tiempo y vivir estos momentos como los mejores instantes de mi vida, sintiéndolos muy cerca en nuestras almas y grabemos esos instantes en lo profundo de nuestro ser, en lo profundo del corazón: …”Es noche para amar, como ninguna. Para morir también, pues todo tiembla, Con el misterio de las horas únicas…”
El Sentido de la Vida me atraviesa. Y solo puedo expresarlo en mi apertura y mi sonrisa, en mi abrazo y en mi mirada en búsqueda de la mirada profunda dentro de sus ojos.
Busquen el Sentido dentro de sus ojos, detrás de ellos y en lo profundo de su corazón. Allí radica la certeza de que la muerte nada detiene, de que es solo la apertura de los botones del maravilloso saco, para darle apertura al cuerpo inmortal, el energético, el espiritual.
Hijos míos, aprendan a amar mas allá del cuerpo y del ensueño, conózcanse a sí mismos y sus límites y así conocerán la verdadera liberación, la verdadera libertad, el verdadero amor.
No teman a nada, ni a la muerte, última ilusión de la conciencia.
Conozcan la conciencia y su funcionamiento en ustedes mismos y conocerán el funcionamiento de la especie humana.
Queridos hijos, intenten sin descanso ser coherentes (pensar, sentir y actuar en la misma dirección) y traten a los demás como quieren ser tratados. No pierdan el tiempo: conéctense con ustedes mismos (hay herramientas para ello, saben que yo las utilizo) y reconcíliense con todo lo existente, con ustedes mismos. Comuníquense con sus hijos, nunca dejen de intentarlo y traten de comprender a sus padres, puesto que nosotros nos hemos formado en otros paisajes mentales y humanos, que condicionaron nuestras actitudes, nuestro comportamiento.
Perder el tiempo es perder el cuerpo, el maravilloso traje del que hemos sido dotados para cumplir con la misión que descubramos (si es que deseamos descubrir el sentido de todo lo existente, el sentido de la vida).
Quedan por siempre en mi alma grabados los mejores momentos que vivo cuando miro hacia lo profundo de sus ojos y los siento dentro mío.
No tengo nada más importante que decirles, aunque tal vez ustedes necesiten que les diga que yo los amo… (pero sinceramente soy yo quien lo necesito) Yo los amo mas allá de mis ensueños, mas allá de mi cuerpo, desde lo más profundo, más allá de mis intereses. Yo amo la libertad que registro dentro de ustedes y eso lo aprendo de ustedes que me han permitido y me permiten su corazón.
Gracias por darle tanto a mi corazón, porque lo único que entró en él a través de ustedes, fue la alegría de verlos y de sentirme siempre amado. Gracias.
*Publicada originalmente en https://www.pressenza.com/
Otra vez. Una vez más. Ya ni sé por qué vez vamos. Una vez más esa promesa que ya ni vos ni yo nos creemos de "no me ves más, no te vuelvo a hablar en la puta vida, buena suerte y hasta luego"; fue una promesa incumplida.
Otra vez una charla que empezó fría y casi a reglamento terminó en un "¿todavía no te diste cuenta de que te extraño?".
Y otra vez una llamada tuya empieza con esa palabra que en tu boca jamás va a sonar como en cualquier otra: Amor.
Y otra vez y esta vez si llegamos a fin de año sin tenernos bloqueados en los teléfonos y sin pensar mirando un nombre agendado entre cientos, qué será del otro.
Y otra vez, lugar común la muerte, y yo teniéndote porque si te soltara; creo que me estaría soltando.
Otra vez vos y yo y esto que seguimos siendo. Se llame como se llame.
Esto que nos abarca aunque nos pensemos y aunque nos piensen solos.
Archivo del Blog |
Translate |