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sábado, 1 de octubre de 2022

Tres días en la vida




Fue entre estos últimos tres días. Mamá me dice  que encontró un paquete de puchos en la alacena. Yo no fumo más hace tiempo y ella nunca lo hizo.

La caja es nueva pero el contenido... Son los que fumabas vos, papá. De repente recordé como con ingenuidad te decía que "me gusta que fumes porque por la luz del cigarrillo puedo saber dónde estas y encontrarte siempre". 

Son ya más de 25 años.

Y las mañanas de ese abril y de todos, siempre como rotas aunque se vayan reconfigurando. 

La pregunta es inesquivable: ¿Materializaste una caja de cigarrillos, papá?

La puse en el rinconcito donde está tu foto y la de tu padre.
Te extraño y lloré pensando si no podrías vos aparecerte así te veo un rato y de paso te doy tu caja de cigarrillos.
***

Cantar "Tan enamorados"
Y a rodar mi vida
Y cantar tus temas y filmarlos
Y saltar piedras gigantes
Caerme al agua
Reírme de todo
Hasta de lo que me da vergüenza
Y tomarnos todo 
Y comprarte medias
Y que nos crean esposos
Y meternos sin permiso donde sea
Y nuestras viejas y el recuerdo de nuestros padres
Y tu dibujo
Y mi vida, la tuya
Y la misa
Y que hagas asado y cantes "Por una cabeza" 
Y que al llegar respiremos aliviados: "No, nos matamos".
Y saber que eso que llaman futuro, vuelve a empezar a dibujarse.
***

No me dio bronca saber que estaba tu ex
ni que me lo cuentes
me dio bronca pensar que te quiero como para que me moleste.

Y que en mi, fan de Rocky Balboa, recién diez minutos después pensé en que me dijiste que si iba por tu zona; nos íbamos a la mierda. O sea que te querías ir conmigo.

"Siempre este parche en el ojo". De fondo suena Fulanos de Nadie mientras abro una cerveza.


domingo, 9 de agosto de 2020

La muerte jode (parte2)

 


Son las 5.43 de la mañana y como cada vez que hay luna llena y tengo insomnio, pongo en el iPad una serie de tangos y hago como que los canto con mi viejo. Después veo de adelantar el laburo y de leer o estudiar y en el medio escribo. Como siempre, escribo. 

Hace dos días casi se muere mi gato. Hubo que drenarle los pulmones. Igual que a mi abuelo. Igual que a mi viejo. Igual que a tu viejo. 

Te lo conté y contra todos los pronósticos me acompañaste. Mi gato está bien. Vos me dijiste que él parecía un peluche y yo, un erizo. ¿Tanto te jode que tenga carácter? 

Unas horas antes de la operación me encontré un panadero. No pude evitar el link con "The Blower s Daughter", nuestra primera canción. Lo sostuve en mi mano, salí al patio y lo soplé con fuerza: "Decile a mi papá que quiero que mi gatito se salve".

No quería que mi gato se muera, si todavía creo que cuando pase la cuarentena voy a ir a ver a la Dra Mir y si cuando me aparecen nuestras recomendaciones compartidas no creo o no caigo de que esté muerta. El otro día le dije a mi amiga Sole que estaba dando mas pésames que saludos. Padres de amigas, vecinos, amigas. 

Yo odio tanto a la muerte que se que van a pasar añares sin cruzarla. Pero la muerte jode, la muerte de los otros, de los que querés, de los que te importan.

Hace un mes murió en un accidente la gatita de mi sobrina adoptiva. "No puedo llorar porque estoy medicada", le dije a mi amiga. Pero por dentro, sabe dios.

Y vuelvo a mi carpeta de laburo y de estudio. Y canto una vez más con vos, "por una cabeza, todas las locuras". 

Y mando besos a ese cielo donde estarás y donde están todos.

Y me guiñas el ojo como siempre...