jueves, 7 de noviembre de 2024

Tormentas II

 

Poder sentir acá una parte 
Un algo apenas de mar
Saber que cada vez falta menos
Y que tal vez la tormenta siquiera haya terminado

Fui a una sola clase de teatro en mi vida
“Y un rayo de luz que no cesa”
Eso tenia
Que decir
Todo el tiempo
Salí corriendo de la puta clase
Me acuerdo de eso cada vez que busco esa imagen del rayo perfecta aunque se que es luz y no cesa

Me acuerdo de vos Mir y te extraño y Murakami me invade
Y extraño

Y mi Vieja me dice que le tiene miedo a la tormenta porque a mi bisabuela una; le hizo volar medio techo cuando eran chicas y vivian en el campo
Yo no les tengo miedo
Son el
Caos y la
Virtud mientras salgo de la aldea

Será que tuve que volver a corregir renglones de todos para que podamos seguir?

Me acuerdo de vos y te extraño y no me sale decírtelo mas que con un gracias que me invadió cuando vi uno de mis rayos en tus temas

Sigo
Estoy vivo
Y es real
Que mejor? 
Sigue afuera, la tormenta


jueves, 26 de septiembre de 2024

Maravilla

"Porque en el fondo, uno ama al mundo a partir de la certeza que este mundo, triste mundo convertido en campo de concentración, contiene otro mundo posible. O sea, que el horror está embarazado de maravilla".

Eduardo Galeano



Ya saben que adopto gatos negros

Ya saben que cuando la muerte te (me) ganó una cuando vos (yo) eras muy chica y apenas sabias que existía, te queda la necesidad de revancha

Hoy, 5 am, una de las gatitas, que se embarazó antes de que llegáramos a castrarla, empezó a tener a sus gatitos

A esa hora, de repente me vi con sangre 

placenta 

sabanas, y mil cosas que si me hubiesen dicho que debía hacer; lloraba y vomitaba. 

Todo lo que me da asco.

Pero lo hice

y dormí apenas una hora mas, pensando en como aun en todo esto la vida se abre paso

y allí duerme ella con sus bebes a quienes traje al mundo

y ahí me acuerdo de que nacieron el mismo día que hace 55 años se moría el tío Pablo (tío de mi Vieja que nació como yo un 2 de junio y que se murió y o dejó morir porque se le fue la mano con un veneno para alimañas).

el yaciente

sacar el muerto

con lo único que se puede

con la vida

con esa maravilla.

 





miércoles, 17 de abril de 2024

Más tiempo

 

"Si con sólo un toque de su mano la ferocidad le daba algo de espacio al amor, qué no
podía ser posible entonces con un poco de tiempo?"
Pablo Ramos. La ley de la ferocidad.





debe ser la fecha
32 años
un día como hoy, hace 32, respirabas aun y yo no era huérfana.

hubiese dado lo que sea por un poco más de tiempo

aunque te las arreglaste o se arregló mi cabeza para que estés.

un poco más de tiempo
para que estés en mis 15 y en mi graduación
lo que sea
no me hubiese importado ser una empleada gris, casada con mi primer novio por obligación tuya y que viajara cada 6 años a votar a Sanguinetti o a quien el diga.

unos años mas para que nos críes con Bettina
para que les digas a tu hermana y a las primas que soy familia y la sangre no es agua
para que mamá y yo no nos sintamos como hace unos días
dos hormigas largadas al mundo.

ese hueco que logré que no sangre más
pero que sangró e intenté tapar con tipos que creía eran algo de vos- fechas, enfermedades, coincidencias pelotudas desde una pleura agujereada a un vampiro que lógicamente no existe-

hasta que vi que no quería un padre 
sino a vos 
a mi Padre.

no se cómo hago a veces a vivir sabiendo que no voy a tenerte nunca más
ya lloré mares y me rompí buscándote.

saco fuerzas en estas letras y doy vuelta la página.


jueves, 18 de mayo de 2023

Alguien en el mundo

 
"de un tiempo de paz, sin paz".
Spaghetti del rock. Divididos. 

San Jorge, 11 de octubre de 2022 en adelante.


Nada puede ser peor, al menos para mí, que quedar huérfana por partida doble.
Y eso casi me pasa hace una semana y pico cuando una voz me dijo impávidamente al otro lado de la línea telefónica que me quede tranquila pero que mi madre acababa de tener un accidente y estaba en la guardia del sanatorio local.

Cuando creciste en un lugar pequeño, hay calles que se hacen insoportables. 
El mismo recorrido al mismo hospital al que fui a ver a mi Viejo por penúltima vez, donde fui a buscar a mi Abuelo para que festeje las fiestas justamente festejando y no esperando morir como le pasó 11 días después de Año Nuevo y en donde fui a ver a mi Vieja cuando se agarró neumonía en pleno verano por no poder llorar la muerte de mi Viejo.

Entré corriendo y de ese espasmo brutal que me atravesó al verla sangrando; con tubos, agujitas y suturas; me sacó la médica de guardia. “Flaca, acá cualquiera de esta edad y este peso; chocado por una 4 por 4, sale muerto y ella ni va a pasar a terapia intensiva”.

Recién ahí lloré. Lloré por el miedo, por la vida, por la puta muerte. 

El corolario de este tiempo pandémico que jamás espere vivir en este lugar al que llamo aldea, no podía ser menos que una madre que casi se muere. 

Pensar en la muerte una vez mas.
En llegar a una casa y que solamente te miren dos gatos que buscan a alguien mas.
En que te traigan comida o regalos personas con las que tenés trato y que sin ser tus amigos entienden eso de ‘hija única con madre viuda a cargo’.

En todo eso, durante; me decís por teléfono que pensaste en que viaje con vos y tus amigos, un fin de semana al mar. Un viaje que ya tenían armado. Y me decís “pensé en invitarte”.

Invitarme a mi, que te tiré o se me cayo un vaso arriba de tu cabeza la última vez que viajamos porque sabes, a veces la pata de palo patea tremendamente.
Yo que te insulté, culpé y pelee.
Ni yo viajaría conmigo misma -menos en estado de cuasi completa orfandad- y vos me invitás.
Sonrío. Entiendo que soy insoportable.
Y que no se aun comportarme sin romper. 

Los peores últimos días de este tiempo que se reinició el 11 de octubre y el mejor mensaje. Alguien de este lado del mundo. Alguien en el mundo. El susto, la rabia, la muerte, la suerte, la voluntad, las ganas. La vida misma.

jueves, 26 de enero de 2023

Feliz eternidad, mi segundo Viejo

Un lírico que amó este mundo, su gente y su paisaje”. Memorias en el tiempo. Lázaro Flury.


La imagen es una foto restaurada por Arturo Amadío.

Cada quien recuerda como puede. Miro la foto de tu gesto distante y adusto sobre tu escritorio que ahora es mío. Hace una hora vi la noticia sobre el núcleo de la tierra que al parecer no es tan estable ni preciso y recordé cuando quisiste ir de excursión…

Excursión con unos colombianos que prometían llevarte a la tierra hueca y hasta el mismísimo núcleo.
Y la abuela te dijo contundente:
“Si vas, me separo”.

Y para vos nada era más que el amor de la abuela. Esa a la que llamabas “mamá”. Esa a la que no pudiste extrañar y te moriste atrás de su muerte.

Para mi que te fueras, fue mucho. Para variar. Mucho.

Eras mi último referente cuasi paterno (no abuelo, tu hijo no te llego jamás ni a la planta del pie).
Eras ese ser “famoso” por publicar un alfabeto extraterrestre con Fabio Zerpa, hablar de tecnología en los 40, de peronismo en los 70 y de decadencia cultural en los 80. El que estuvo preso por anarquista y terminó siendo Juez y dirigiendo una escuela. El que venía de una colonia suizo alemana de nombre impronunciable. 

Y eras mi abuelo. El que se olvidaba de sostenerme la hamaca y me estampaba en el barro cuando estaba recién bañada, el que me daba diez pesos -en esa época- para revolear en el kiosco “de la Titi”, el que me dejaba revisar sus diapositivas con rituales indígenas por más que yo también fuese ‘huinca’. El que se accidentó yendo a comprar leche. 
El que no pudo no llorar cuando agarró la manija del cajón que llevaba a mi Viejo. Y que se bancó mi fiesta de 15 y mi graduación con traje y corbata con Alzheimer y con 35 grados a la sombra.
Hoy todo te da la razón.
Los que te envidiaban siguen haciéndolo.
Los que te juzgaban, también.
Pero los que te admiran y aman y reconocen son cada vez más y eso me explota de orgullo.

Y yo entiendo que hace años, tuve que anudarme el alma para poder cerrarte la boca (ahí aprendí sobre rigor mortis) elegir tu camisa y tu ataúd mientras mami lloraba y mi tío al otro lado del teléfono decía “caramba”. Y para oír a tu amigo Giordano cantando “que va envolviendo tu corazón”. Y para ver por segunda vez ese lugar donde estaba Papi o lo que quede de él.

Y se que no fui fría, fui fuerte.
Y se que te quise y te quiero y que soy un poco de tu sangre, bastante de tus huesos y más aún de tu cerebro.

Feliz eternidad Viejo segundo. Y espero inmortalidad mediante; no volver a vernos…