Mostrando las entradas con la etiqueta cementerio. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta cementerio. Mostrar todas las entradas

domingo, 30 de diciembre de 2012

La última calle del mundo


La piba invisible a veces ve su reflejo y, entonces se ve, en lugares concretos.

La invitaron a visitar una casa que queda camino al cementerio, por la misma calle.

Es, le guste o no, la última calle por la que vio pasar a lo que quedaba de su padre. Y ahí se dio cuenta de que siempre trata de evitar ese tramo, donde se ve pequeña, demasiado pequeña, impotente, con un dolor que sentía que le cortaba el alma.

Era chica, sintió que Dios no la había visto ni mucho menos escuchado. Cuando vio ese cajón oscuro entrando en el lado izquierdo del nicho, entendió que había algo que no iba a ver nunca más.

Una mujer, en su buena intención, trató de que no mirara. No quiso. Era la única forma en la que iba a poder entender que ya nunca más iba a ser esa princesita que existía solamente en la imaginación de ella y en la de su padre.

Al día siguiente, ya era grande.