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viernes, 21 de octubre de 2022

Efecto mar y vos

 “Yo se que soy imbancable”. Alguien en el mundo piensa en mi. Charly García.




El mar de un lado y del otro, como si con un solo costado no alcanzara. Las estrellas que quedan, creo yo, más cerca. 

Estoy a kilómetros de mi epicentro. (No, centro es otra cosa).

Cuando me bajé hace una semana en esta ciudad, me pregunté varias veces en qué momento y en cuántos momentos, iba a querer salir corriendo. 
Nada de eso pasó. Jamás, nunca, sentí ganas de irme.
 
Ahora, el está a unos metros míos, trabajando. 
Se escucha a su tía 'Coco' decirle que se cuide del frío. 
Yo escribo unas notas. 

sábado, 25 de diciembre de 2021

Y es real

            
                           “Y aún sigo, estoy vivo y es real”. 
                                                               La Vida. Bulldog.

“Se que vas a estar ahí, después del mar, después de todo”. Pablo Ramos.





El mar de abril, abril; ese mes, vaya paradoja, me sanó. Este mar de ahora, entre fiestas 

cuadraturas 

miserias 

reencuentros 

miedos 

y amores que no necesitan designarse porque están claros, este mar me dio otra vez un horizonte.

Una perspectiva

Un futuro que pude ver y no vi oscuro

Este mar. 

La derrota, espero/ Final de mis miedos

Este mar

Vos dejándome porque sabes que en el agua soy libre y eso es mi felicidad y mi energía

Yo dejando que me dejes

Mis amigas 

Yo animándome a agarrar tu mano sin paranoia de que me sueltes

Yo viendo por primera vez en mucho tiempo que alguien ve conmigo

Mi mar

Al fin, como siempre

Al fin el mar.



miércoles, 3 de febrero de 2021

Escribo

La Piba Invisible es mi lado b. Mi cara literaria. Aunque todo tenga que ver siempre con contar historias. Lo abrí a instancias de publicar en un espacio online el cuento Palermo 10AM que ganó el primer premio  Cuento Breve de la edición Barracas al Sud (secretaría de Cultura del municipio de Avellaneda - 2014). 

Guarda un cinco por ciento de todo lo que llevo escrito. Y seré franca, lo abandoné durante más de un año y me sorprendí cuando vi que pese a mi dejadez me leían desde Rusia, Alemania y EEUU y que tenía 300 mil lectores únicos.

El año pasado, pre pandemia, mi idea era pasar tres meses en Mar del Plata dictando talleres literarios junto a mi colega y amiga Sole Moyano Fagnani. Sin embargo la cuarentena nos obligó a barajar y dar de nuevo y los talleres online fueron la opción; ya no para pasar un verano distinto sino para hacerle frente a todo el pandemonio de encierros, cepas, desencuentros; que significa aún hoy la primer pandemia de este siglo.

Nunca creí que el 2021 nuevamente nos pondría en la virtualidad pero aquí estamos. A punto de largar este segundo desafío. 

Sobre modalidades y demás detalles, teléfonos y contacto hay info en este link. Y sobre qué es eso que hace que escribamos, solo puedo hablar desde mi experiencia, pero como es una pregunta que se repite entre consultas, aquí va mi respuesta. Una parte de ella, para que el posteo no sea XL.

Escribo sobre lo que está pasando y me moviliza, como lo hice en "Las veces que lloré por vos".
Escribo sobre lo constante, que en mi caso es "Departamento 20".
Escribo también a pedido como es esta entrevista que publiqué hace unos diez años en el site narcisa.com  y que me parece oportuno compartirla ahora.

Entrevista a Pablo Ramos: “La literatura es lo más maravilloso que puede pasarle a una persona”
“…Si con sólo un toque de su mano la ferocidad le daba algo de espacio al amor, ¿Qué no podía ser posible entonces con un poco de tiempo?...”
Pablo Ramos, La ley de la ferocidad.
“…entonces no me mires como si no supieras de lo que estoy hablando
yo voy a estar acá cuando eso termine y después del mar y después  de todo…”
Pablo Ramos, Simple.


  A Pablo Ramos, a mi juicio, juicio totalmente subjetivo, lo considero el mejor escritor de estos tiempos porque escribe desde las vísceras, sin medir ni acomodar un punto, coma o sensación alguna. Leí y leo todo lo que escribe y convencida de mi opinión, convencí también a mi editora de Narcisa de hacerle una entrevista. 
  Llegué justo a tiempo, mientras tipeo estas líneas y desgrabo, Pablo ya está en Brasil disfrutando de los soles bahienses. Logré dar con él una semana antes de su viaje, lo encontré para la entrevista en una librería donde presentó su creación más reciente, su editorial propia “Del Subsuelo Ediciones”. 
  Llegó apurado, tratando de que libros y copas de vino infaltables en cualquier ágape literario quedaran en su justo lugar. Después se sentó conmigo en una mesa mientras la gente no paraba de llegar y de saludarlo.
- Ayer fue una noche preciosa, me quedé hasta tarde con Abelardo Castillo hablando de literatura, de mi trabajo del que viene hablando tanto. Empezamos a las 7 de la tarde y terminamos a las 4 de la mañana junto con un par de alumnos que querían conocerlo. Verdaderamente creo que el tema de cualquier escritor es la forma, el cómo lo escribo y hablar con este genio y ver que lo podía seguir en un 65 por ciento porque me falta un montón...Me siento bien en esa posición un poco anticuada de creer que tengo maestros y que la amistad que pueda surgir no me corta la perspectiva ni me ciega todo lo que puedan llegar a decirme. 
-¿Esto tiene que ver con lo que decís siempre, que de alguna manera, concebís a la literatura como tu vida misma?
-Es que no hago otra cosa, quiero hacer esto, dar clases, hacer libros, la literatura como profesión habría que entenderla como profesarla, estar escribiendo siempre, el estado de escritura permanente. Borges lo decía y no se lo creí hasta que eso me pasó. Estaba en San Juan tomando algo en un bar y venía una mujer a lo lejos, gritando que eran todos asesinos y que le habían hecho gualichos y yo decía seguro que viene para acá. Y terminó sentada al lado mío, es como cuando la pelota va al jugador, tengo todo el tiempo situaciones literarias.
-¿Cómo que estás atrayendo esas cosas?
-O siendo yo atraído por esas cosas, esto precioso que dice en ese volumen reeditado de Carson McCullers, con unos prólogos muy lindos de Rodrigo Fresán que … debería dedicarse a escribir prólogos. Bueno, ella dice que todo lo que sucede en sus historias le sucede o le sucederá. La realidad me responde a mí como yo a la realidad. Esa mujer viene a mi, tiene hambre le pagué un sándwich, me agradeció y se fue.
-Y se dio cuenta de que la escuchaste…
-Claro que la escuché. Ojo, no es que cada cosa que me pase la uso para escribir, porque tampoco hay que prostituir a la realidad, pero en algún momento sirve. Ayer estaba en el subte, vi uno que estaba leyendo “Un mundo feliz”, de Huxley, la última página. Y yo pasé a ser el observador de una persona que estaba leyendo el final de una obra maravillosa. Y yo digo, ¿qué miro? Al libro o al tipo???
-Al tipo!!!
-Claaaaro, al tipo. Él me confirmó que la literatura es lo más maravilloso que puede pasarle a una persona. Estaba en ese vagón porque estaba leyendo una nota mía en otro vagón, me caí casi arriba de una chica y me sentí avergonzado y eso me llevó a lo otro…
De repente, una mujer saluda a Ramos, le hace un saludo con cierto doble sentido y él me pide no grabar el comentario que hace sobre ese saludo. Después sigue con su relato.
-Los buenos diálogos pasan por debajo viste,  se habla con una segunda intención, con lo que se dice con la mirada…
Nuevamente, otra persona saluda a Ramos en su paso al sitio de la presentación. Él lo llama casi a los gritos. Me lo presenta y fiel a su estilo dispara: -Vení, saludala a ella, que está bárbara!
-No, no digan eso  que yo después transcribo todo textual…
-Pero es verdad, todos ellos piensan lo mismo…
-Bueno ok, júntense todos y que me lo digan, así ahorro en terapia…
-¡Mirá! hasta tarjetas me hicieron, con mi nombre… Ay, en qué estaba???
-En que te siguen los sucesos literarios, en que no concebís a la literatura a medio tiempo ni como profesión establecida. ¿Se escribe desde uno mismo,  de lo que uno recuerda de otros…porque se nota un compromiso personal tremendo en tus libros?
-Es que es absurdo pensar que se escriba desde afuera de uno…
-Pero Tom Wolfe dijo en su última visita a la Argentina que siempre es más interesante lo que pasa por fuera de la vida del novelista que sus propios traumas internos.
-Pero la vida de otro, lo de afuera de la vida de uno, escrito desde uno, qué es sino la visión de uno??? Rilke estuvo diciendo gansadas, negamos a Carver, a Chejov y a Sartre??? A Sartre le preguntaron una vez, cómo empezaría su novela. “Me llamo Jean Paul Sartre y pienso esto”, respondió. Me partió la cabeza, tiene razón, el yo en los tiempos que corren ganó enorme dimensión, yo voy al presente, escribo en primera persona pero no puedo ver más de lo que el personaje ve de sí mismo. Pero creo que la primera persona tiene una posibilidad de hondura emotiva, más allá de esas limitaciones. Mirá, un día llega una alumna mía muy mal al taller, me dice que la desalojaban junto con su madre, que no podía hacer nada. Y yo le digo que puede hacer algo, que se calme y que escriba de eso y ella vuelve a la casa y mira los montones que se llevan de cosas, los muebles del abuelo, ve las capas de pintura que pasaron por la casa y empieza a imaginar y escribe y el cuento gana el premio del Fondo Nacional de las Artes. Y estaba tan contenta, los libros y premios sirven para eso. Este hombre, (agarra uno de los libros que acaba de editar con su flamante sello) José Campus, venía pegando a mano los libros hasta que ganó un premio…
-¿Es el poder transmutador de la literatura?
-Es eso, sirve como incentivo, no está mal sino ganás, pero son los riesgos.
Ahh mirá lo que me acaban de traer. Tomá uno, te lo regalo.
El regalo es un cd de poemas breves grabados por Ramos, que se titula Simple y que trae además ilustraciones en tinta china y un acompañamiento de guitarra. Los mira recién salidos de sus cajas y asegura que le quedaron preciosos. Yo le agradezco el regalo y él sigue con la charla.
-¿De qué hablábamos nena? 
-De la chica desalojada que terminó ganando un premio.
-A si ya me acuerdo…¿Te terminé de contar?
-Si. Tus lectores dicen que hay un antes y un después con tus libros, padres, tragedias, odios, muertes; lo que todos más o menos tenemos adentro. ¿En algún momento lo calculaste, mediste ese efecto que hace que después de tus escritos el resto parezca, por decirlo de algún modo, livianito?
-No, eso pasa… Pero no está mal lo  liviano, te cuento que ahora estoy escribiendo otra novela, la parte donde la madre de Gabriel (Gabriel, el personaje central de La ley de la ferocidad) se levanta cuando su marido ya está muerto, es una novela de 150 páginas, cuenta la historia de la familia, de la preocupación por su hijo, por las drogas, por las enemistades. No me da vergüenza hablar de ternura, no temo al amor ni a la ternura, por eso hice La ley…, en un momento de ese libro, 
Gabriel dice “escribo porque temo perder la ternura para siempre”. 
Cómo no voy yo a escribir eso si yo me fui tan chico a vivir a la calle, si yo conocí la cárcel, las estaciones, ojo,  no me siento orgulloso. Yo casi no estoy dando entrevistas porque se entiende mal, se entiende que hago publicidad a mi libro con “tuvo una vida difícil”. No es así, fijate que ya salió la tercera edición de “El origen de la tristeza” y son 14 mil ejemplares vendidos por el boca a boca de la gente. Y ese libro y “Cuando lo peor haya pasado”, fueron escritos simultáneamente.
-No podés despegarte de la literatura…
 
-Por eso me voy a Brasil…
-¿A qué te vas a Brasil?
-A escribir, para no tentarme porque me llaman y por 200 pesos dejo de escribir para ir a algún lado…
-Pero te vas a Bahía que no es cualquier lugar de Brasil…
-Es que me gusta mucho Bahía, la mujer que amo es bahiana, además tengo una misión, que son los pibes de la calle que viven ahí.
Ya se acerca la hora de la presentación, llegan los periodistas, Ramos está contento por la convocatoria. Pero increpa a los chicos de la librería “Cheeee los libros para los periodistas, tengo que estar en todo cheeee”.
Después de los gritos que no le hacen perder la buena predisposición me cuenta que “labura para los pibes de la calle”. Pero pide que no dé más detalles, prefiere cierto anonimato.
Sin embargo no esquiva hablar del compromiso.
-Fui comprometido toda la vida. Con amigos, enemigos, padres, mujeres, chicos. Vos, cuando ves a alguien que escribe timoratamente, que no es comprometido,  te da de pensar que también hace el amor así, es eso nena…
-¿Cuánto tiempo viviste en la calle?
-Un año y después pensión tras pensión y favor tras favor y empecé de cero para llegar a mucho, tengo mi casa, tengo un bar, le compré la casa a mi vieja ,le di una vuelta enorme a la vida. No escribía antes porque no  tenía tiempo…
-¿Pero el deseo de escribir lo tenías desde antes?
-Si, pero tenía mucho miedo, viste, están todos re nerviosos, es que toda la guita que teníamos está ahora acá, está en los libros, en plena crisis mundial largo una editorial donde los autores no pagan y hasta reciben adelantos…Ay parezco el Papa desde acá mirando para todos lados…Me fui para cualquier lado, no?
-No importa, yo lo ordeno después… ¿Cómo te encontraste con estos tres primeros autores?
-Y, lo digo en este prólogo de uno de los libros, es la vida, las situaciones literarias que te decía.
-Última pregunta, hablando de causalidad literaria, ¿de dónde sacaste el nombre Clarisa, para uno de los personajes de La ley…?
-Es un homenaje a la única maestra que pudo entender la sensibilidad de mi hijo Julio, al acariciar y encausar a mi hijo, lo protegió. Yo la llamé y le dije que necesitaba a Gabriel yéndose de una madre a otra madre y le pedí el nombre. Yo dinamito mi vida y construyo con lo escombros de mi biografía, eso fue un escombro que sirvió de ladrillo. ¿O qué diferencia hay entre que amen a tus hijos y te amen a vos? ¿Vos tenés hijos?
-No.
-¿Tenés hermanos?
-Media hermana…es largo de contar…
-¿Uhhh pero podés imaginar lo que te digo. A ver, amores tendrás miles?
-¿Cuánto tiempo tenés para que te cuente?

  Cinco días después, con una sola pregunta más en el tintero, Ramos me dice por mail el porque de sus personajes, o de los ejes de esos personajes:
*La mujer es LA CASA, el refugio último del alma de mis personajes. La iglesia, su lugar de verdadera comunión, sea esta una puta, la tía Laura o la madre, o la hermana.
*El padre es el poder, el macho dominante, lo que hay que derrocar, pero a la vez lo que hay que ejercer, por mandato aunque no estemos preparados para eso.
*La madre es de donde nunca tendríamos que haber salido. Quiero decir casa tumba o algo así.
FIN
  Volviendo a mi, sobre todo, escribo porque escribir salva. Y puedo dar fe de ello.