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sábado, 7 de diciembre de 2019

Río marrón

"Ah si pudiera elegir mi paisaje
elegiría, robaría esta calle
".
Elegir mi paisaje. Benedetti.





Necesitaba agua. El río de siempre y colgar en el horizonte de islas y de puente.

Necesitaba ese río marrón como el de la canción de Fandermole.

Necesitaba entender que mi tía Yaya tenía razón. Bastante.

Que Buenos Aires fue más que nada una idea de alguien que me dijo que no me quede comiendo galletitas maná en una redacción y engordando y que hoy está gordo y depende de una empresa que no es la suya.

De alguien que tiempo después me acusó de haber "llegado tarde" a esa ciudad que es la suya. Pero no la mía.

Hoy. Mirando ese río que en Buenos Aires no puede verse, entendí que ver el puente es mi viejo diciendo que entrando a Entre Ríos ya se sentía mejor porque Uruguay estaba más cerca.

Cambié  una ciudad donde me encuentro por otra que está sitiada.

Hice la boludez Acme por un tipo al que como también el padre se le murió a la misma edad y de la misma forma que a mi, seguramente iba a entenderme.
Pretensión infantil siendo que no se entiende ni él.

Hoy vi el río otra vez, entendí todo.

Cuando entiendo, puedo con todo.

También con las partes más desastrosas que tengo.

miércoles, 24 de junio de 2015

Oración

"Soy de la orilla brava, del agua turbia y la correntada".
 Oración del Remanso. Jorge Fandermole. 

Cuando empieza el frío me cuesta más levantarme que de costumbre. 
Quisiera que la frazada se prolongue toda hasta no se donde y que de a poquito me sorprenda el nuevo día.

Pero sin embargo hoy a la mañana, entre tantas estrategias que usa, mi pareja decidió poner a sonar uno de los temas que más me gusta.

Oración del remanso es como una suerte de himno para quienes alguna vez vivimos en Rosario. Es una canción del río largo ancho y marrón que parte en dos una ciudad y un tiempo y es un pedido desesperado para volver y para seguir siendo.

Pude acostumbrarme a todas mis mudanzas, viajes y escapadas nómadas. Pero siempre extrañé ese río inabarcable, esas islas recortadas en la bajada del parque España, el agua que pasa y pasa impávida. 

Siempre necesité ver agua ante mis narices, paradójico en alguien que sabe nadar apenas.

Y así fue como me quedé un rato más pensando. Rosario es como esos ex de la adolescencia que te hacían parir pero que vos los querías igual. Rosario es el lugar donde todavía quedan las amigas que me entienden con una mirada y a las que les escribo cada cuatro meses pero "entienden".

Rosario es el lugar que tiene pedacitos de mi historia. Rosario todavía es el lugar desde donde un día decidí irme.

Somos lo que nos falta me dijo hace poco una amiga y de algún modo puedo hilar mi agujero existencial pensando que soy un poco eso. 

Querer lo que no se tiene, haciéndose nudos en la panza por lo perdido, mientras el río sigue pasando.