Cuando hoy pensé que… no viene a cuento arruinar con quejidos esto que escribo, ahí estaba:
Al fin el mar
Tan imponente
Tan apabullante y generoso
Una ola puede tirarte y empaparte pero en tu campera encontrás nácar…
Y entonces mis pies descansan ahí
Y estoy sola
Y si
Voy más allá del cartel que dice “no
pasar”, porque hay algo que queda a la vuelta del miedo, siempre.
Hasta que noto que en minutos la marea crece. Y veo la luna. Y agradezco estar ahí por más que a todos les parezca una buscadora de gripes o de ahogamientos.
Y me encuentro en eso de donde soy. Y me voy abajo de la lluvia a desencallar una medusa que se había quedado sin fuerzas.
Al fin el mar
Lazo de mar
La tierra de agua que me llama cada vez más fuerte.