martes, 23 de julio de 2013

Gracias

"Y el tiempo estranguló mi estrella".
Alejandra Pizarnik.

La piba invisible trata a menudo de realizar pequeños actos heroicos. Actos que le restan salud, tiempo y horas de sueño. Pero para una huérfana, la tentación del rescate es demasiado fuerte. Más de una vez siente que la batalla que pelea no es suya, que las heridas que intenta curar, no las causó. Pero la piba es obstinada. Solamente, un tiempo después, cuando espera un "gracias" casi como si fuese una caricia y esa palabra no llega, se da cuenta de que sigue siendo invisible.

La piba se pregunta si algún día cambiará esa compulsión obstinada de rescatar en otro a su padre. Hace poco, se lo dijo su psicóloga, casi como pidiéndole permiso: "Soltá el cadáver de tu padre".

Como pudo, quiso explicarle que él había vivido, a su forma, pero que había vivido. Que la muerte fue una circunstancia más, que no había nada para reparar o rescatar. Que no había regreso posible.

La piba caminó despacio las cuadras que la separaban de la parada de colectivos. Por un momento, respiró aliviada.